Cálida colmena
la miel de tus ojos...
Que a llantos me quema,
latiendo de ti,
mi corazón roto...
Qué tan suave tu mirada,
cuando me lees poco a poco...
Tan ténue tu luz,
el alba de un libro opaco...
hoy te leo entre sombras
que avivan
lágrimas en blanco...
Qué tan cerca tu alma
y tan distante
tu coraje...
Quan melodica y sonora
tu voz quebrante...
Que a caudales lloran
silencios,
de un amor cobarde...
-Brig Morrigan-
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